Aunque parezca la idea de una película futurista, los estudios cada vez nos sitúan más cerca de generar en casa nuestra propia energía. Así lo ha afirmado Jeremy Rifkin, asesor de varios presidentes de Gobierno en todo el mundo y de la Fundación Tendencias Económicas, que ha asegurado que “al igual que se comparte información a través de internet, se puede compartir energía generada en cada hogar e industria”. La idea es que dentro de 25 años, las construcciones sirván como plantas energéticas además de cómo hábitats y recojan y generen la energía suficiente para cubrir sus necesidades y compartir el excedente. Para convertir el sueño de Rifklin en una realidad, es necesario optimizar nuestras fuentes de energía y en algunas materias, España tiene una asignatura pendiente.
En la basura doméstica, se encuentran materiales orgánicos susceptibles de transformarse en energía y la directiva europea de residuos recomienda convertir los plásticos en una fuente de energía en lugar de enterrarlos en un vertedero. Como asegura el diario Público, la realidad es que en España, el 67% de los plásticos acaban enterrados frente a l 3% de Dinamarca o a Suiza, que reutiliza todos sus plásticos. Y es que, muchos países europeos gestionan sus residuos a través de la siguiente jerarquía: primero la reutilización, segundo el reciclaje, tercero la obtención de energía y, en último lugar, el vertedero.
Con tan solo 11 plantas dedicadas a convertir los residuos en una fuente de energía, en España no encontramos a la cola de Europa en esta materia y por ello desde Universo Vivo exigimos a nuestros líderes las medidas necesarias para dejar de desechar una fuente de energía que ayudará a reducir nuestra huella ecológica.
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