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jueves, 28 de abril de 2011

Apaga la tele, enciende tu imaginación


Esta semana se está celebrando la Semana Internacional Sin Televisión, que se viene celebrando desde hace algunos años la última semana de abril.

La TV se ha convertido en una parte fundamental de nuestros hogares, un miembro más de la familia; nos reunimos en torno a ella y hasta la distribución de las cosas de hace pensando en su disposición.

Actualmente la media de televisión vista en España es de algo más de 3h diarias pero ¿qué nos aporta la televisión para pasar tantas horas frente a ella?

·         Adicción: si nos preguntaran diríamos que no es así pero ¿podríamos pasar una semana sin encender la TV? Acaba siendo un gesto automático del que nos cuesta prescindir
·         Sedentarismo: tres horas en las que no haces más que estar sentado
·         Aislamiento: puedes estar acompañado pero cuando la tele está presente nos quedamos embobados y no nos comunicamos con los demás
·         Consumismo: la TV se financia principalmente por la publicidad por lo que esta acaba supeditada a sus intereses
·         Telebasura: lo importante no son los contenidos, no abundan los programas culturales, la contra-información para la pluralidad de ideas, etc. lo que importa es la audiencia
·         Pensamiento único: esta falta de diversidad en la programación hace que se aúnen a las personas bajo un pensamiento único y eso lleva a un mayor control de la sociedad
·         Aumento de la insatisfacción: estar continuamente bombardeados por “vidas perfectas” nos hace infravalorar la nuestra y pensar en lo que no tenemos

Hay que tener en cuenta también que el cerebro no es capaz de discernir entre la realidad y las imágenes virtuales, por lo que todo lo que vemos en TV tiene efectos sobre nosotros.

Por todas estas razones apoyamos un consumo responsable. No es necesario eliminarla de forma radical, aunque hay quien cree que hay motivos más que suficientes para hacerlo, pero sí es importante invertir menos horas frente a la pantalla y dedicar más tiempo a nosotros mismos o a compartir con los demás, a lo que queramos, pero de forma consciente, no dejando que el tiempo pase por delante de nuestros ojos.

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