Vida Natural: viviendo deprisa

Cada vez más tengo la sensación de que me faltan horas en el día, de que el tiempo se me escurre entre los dedos, tengo la sensación de que no llego… ¿a dónde? No lo sé, de ahí mi reflexión de hoy.

Ayer llegue pronto a una cita que, además, empezó tarde y tuve el placer de tener que esperar. Sí, normalmente no me gusta, siento que estoy perdiendo el tiempo, pero ayer estaba en un lugar tranquilo y agradable, me puse a leer y pude disfrutar de un rato de paz, me di cuenta de que echaba de menos esos momentos.  

Si me paro a pensar me hago consciente de que no paro ni un segundo, voy corriendo de un lugar a otro, siempre hay algo pendiente y sé que esto mismo se repite en las personas que están a mi alrededor.

¿Qué nos está pasando? Es verdad que vivir en una gran ciudad en cierto modo incita a eso, te metes en una vorágine y sin darte cuenta estás inmerso en un ritmo de vida acelerado pero, no es excusa para dejarnos arrastrar.

Me encanta ser una persona inquieta, hacer mil actividades distintas porque me enriquecen pero... creo que necesitamos tiempo para no hacer nada, que en realidad es tiempo para dedicarnos a nosotros mismos. 

Ya lo dijo Odile Rodríguez de la Fuente en la última editorial de Agenda Viva "Deberíamos pasear mucho más a menudo (...) pasar mucho más tiempo en ese lugar de cordura que es la naturaleza"

Al final mi conclusión es estoy viviendo muy deprisa

Así que una vez más me digo:

Para, no tiene sentido seguir corriendo 

Reflexiona, ¿hacia dónde quieres ir?  

Suma tu energía, disfruta de cada cosa que hagas, ponle empeño e ilusión y disfruta del camino, sin prisas por acabar.

¡Cuánto nos ha aportado Espiritualidad y Sostenibilidad!

Ahora... ¡a ponerlo en práctica!

Lucía Zuloaga de Universo Vivo

Foto: momentos de paz