viernes, 18 de junio de 2010

Vivo y Sostenible: la salud es lo primero

El mes pasado en “Vivo y Sostenible: sé sostenible en la cocina” hablábamos de la eficiencia energética de los electrodomésticos, este artículo tuvo mucho éxito y nos alegramos por ello pero hemos creído conveniente rectificar ya que en este caso eficiencia energética y salud están reñidos y, por supuesto, en Universo Vivo nos quedamos con la salud por encima de todo.

Desde el punto de vista de ahorro de energía el uso del microondas es más adecuado que el del horno convencional pero hay estudios, no muy conocidos, que demuestran que el uso de este electrodoméstico es perjudicial para nuestra salud, a continuación os damos más datos al respecto.

Sobre los hornos microondas:


Existe polémica sobre el riesgo del uso del horno microondas, la Unión Soviética prohibió su uso en 1976 y emitieron una advertencia sobre los peligros para la salud de los microondas y de los dispositivos electrónicos de frecuencia similar, tanto biológicos como ambientales.

En su defensa se dice que las microondas no son tan malas porque también se encuentran en la naturaleza, pero las microondas naturales producidas por el sol están basadas en los principios de pulsos de corriente continua y sin embargo las microondas artificiales usan corriente alterna creadas a través de la fricción por lo que sus efectos no son los mismos.

¿Cómo funcionan? Los hornos microondas contienen un magnetrón que genera microondas que al ser irradiadas sobre la comida producen billones de cambios de polaridad por segundo en sus partículas, es decir se produce una fricción molecular y mediante la cual se da el calentamiento.

El problema es que toda esta fricción molecular que calienta el alimento causa daños sustanciales, provocando “isomerismo estructural” es decir que las moléculas se deforman y se rompen. Estas moléculas deformadas afectan a la composición de nuestra sangre, disminuyendo la cantidad de leucocitos y linfocitos degenerando nuestra sangre y deteriorando nuestro organismo.

Esto lo demostró el Dr. Hans Hertel, científico suizo, mediante un estudio realizado sobre 8 personas, incluido él mismo. Se le prohibió publicar los resultados de su estudio desde 1.993 y hasta 1.998 cuando el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos revirtió esta decisión al constituir una violación de la libertad de expresión y de los derechos del mismo Hertel.

También la Dra. Lita Lee, en su libro "Health Effects of Microware Radiation-Microwave Ovens" afirma que las radiaciones de los hornos microondas convierten los alimentos en tóxicos peligrosos y carcinógenos, es decir, que pueden producir cáncer.

Y si hay tantos hechos que lo prueban, ¿por qué no se habla de ellos? ¿por qué se permite su uso? pues bien, esto es algo complicado. Por un lado están la industria de los electrodomésticos, pero estos no deberían preocuparse si la gente deja de usar el microondas usará más el horno habitual y el mercado no se verá especialmente afectado. Otra cuestión es que otra industria que usan las microondas son los teléfonos móviles y si nos metemos con las empresas de telefonía ya nos metemos en un terreno pantanoso. Y hay más y es que se dice que hay documentos rusos que hablan de que ha sido probado el uso de las microondas artificiales para el control psicológico subliminal. Vivimos en una sociedad en la que no siempre prima la salud, sobre todo cuando se enfrenta a los intereses de los grupos de poder.

Bueno, os hemos ofrecido la información que está a nuestro alcance y ahora queda en manos de cada uno decidir si quiere seguir usando el microondas o no.

Podréis encontrar un artículo muy completo de Patrick Quanten sobre este tema aquí.

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