Por Mónica Cuende
Publicado el 09/03/12
Los bichos nos dan pánico y a los que se comen 'nuestros' alimentos los odiamos a muerte, literalmente, pues una plaga de insectos es motivos para que algunos agricultores rocíen los alimentos con pesticidas. Preferimos comernos una fruta o un vegetal rociado con química letal a comer unas frutas con picadas de insectos. Sí perder una cosecha son palabras mayores, pero aniquilar a toda la biodiversidad de un campo de cultivo por una plaga también son palabras mayores pues acabamos no sólo con las plagas sino también con insectos beneficiosos como los polinizadores que garantizan la floración de los futuros frutos.Quienes practican la agricultura natural y la permacultura parten de la premisa que no existen bichos malos o buenos, sino más o menos beneficios, pero todos son útiles para garantizar la vida de cualquier ecosistema. Existen maneras naturales, saludables y sostenibles de acabar con una plaga bien sea manualmente, recurriendo a infusiones naturales o creando un ecosistema donde residan insectos que gustosamente se comerán a las plagas.
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