miércoles, 11 de abril de 2012

La moda se viste de ecológica

Por Free Agent


Fotos: Free Agent CC BY

La industria textil anda reñida con la ecología. Las materias primas como el algodón transgénico BT que se cultiva explotando a millones de campesinos en China, India, México, Argentina, Colmbia, EE.UU, Egipto, Turquía y Grecia,  necesita ingentes cantidades de pesticidas, herbicidas y tonelada de agua, a la vez que se deja de cultivar tierras para porducir alimentos de consumo humano. Bayer es una de las mayores productoras de semillas de el algodón transgénico que viste a la moda, así como de un plaguicida químico bajo sospecha de ser el responsable de la muerte de poblaciones de abejas.

La prueba del algodón tampoco la pasan los tintes que las firmas de moda utilizan, pues han sido fabricados con substancias químicas nocivas para el ser humano, así como metales pesados como cobre, cromo y zinc, que por más reguladas que estén pueden ocasionar desde alergias a cánceres de piel.

La industria sin control

Hace 12 años una colega, ahora ex trabajadora de l a multinacional de moda catalana Mango, me explicó que cuando la Unión Europea prohibió el uso de un tinte rojo que contenía altos índices de un componente químico cancerígeno, las empresas productoras de este tinte se los vendieron a los fabricantes textiles de China. Luego las multinacionales de moda en Europa, como dicha firma, importaron y vendieron esas prendas coloreadas con el tinte prohibido. La Unión Europea no contempló este supuesto, pero tampoco prohibió dichas importaciones.

Fotos: Free Agent CC BY


Esclavos del siglo XXI

Los occidentales somos siervos de los mercados que fomentan el consumismo para nutrir nuestra bulimia de poseer cosas nuevas, cada vez a un ritmo más vertiginoso. Los esclavos de nuestra servidumbre por 'ir a la moda' son trabajadores chinos, indios, rumanos, turcos... niños y mujeres de todas las edades que 'curran' en condiciones que ningún sindicatos aceptaría por ser abusivas y saltarse unos cuantos derechos básicos que garantiza la Declaración Universal de los Derechos Humanos, suscrita y adscrita por occidente.

¡Una marca es una marca! Y si éstas venden sus productos en las tiendas de mi ciudad occidental, será porque este comercio está regulado; así que puedo seguir disfrutando de mi experiencia de 'shopping urbanita' dentro del marco legal de mi querido occidente que cierra la boca ante mi pago de un 18% de IVA.

Promesas de futuro
El sector textil, localizado en Europa o deslocalizado 'made in China', está muy lejos de poder ostentar ningún sello ecológico. Y los que existen son legalmente laxos y de una benevolencia supina (Öko-tex, Ecoetiqueta europea, Organic Exchange, Global Organic Textil Standard, Naturtextil, Made in Green y Made By).

La moda no es un negocio ético. Y serlo significaría invertir dinero para cambiar un modelo de fabricación y distribución de ropa que garantiza beneficios de hasta el 500%. Ningún empresario por más loco de atar que estuviera consideraría seriamente iniciar una reconversión de tal magnitud a menos que se viera obligado por ley.

No obstante existen experiencias aisladas de un modelo textil más sostenible y responsable que no ecológico. Algunos ejemplos son firmas de calzado, fabricantes de tejidos orgánicos y tintes vegetales, pequeños diseñadores e incluso un certamen, Ecofashion, que se celebra por segunda vez consecutiva a principios de mayo en Barcelona, dentro de la feria BioCultura.

2 comentarios:

  1. Me he quedado perturbada con lo de las semillas de Bayer y los certificados de moda ecológica... :S

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  2. Muchas de las certificaciones que nombrais asumen las directivas europeas (Reach) como adecuadas, mientras que esta legislacion "solo" registra las sustancias que se usan en EU a partir de 1.000 toneladas, y registrar NO SIGNIFICA que hayan realizado estudio para saber sus efectos en el largo plazo; la mayor parte de las certificaciones no nos protegen:(

    Un cordial saludo,
    Gema

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