Por Pablo Martín Sabore
Foto: Refugio de la Ermita de El Moral, Reserva del Saja, Cantabria. Carlos Fernández Sáiz |
Merece la pena parar el tiempo y respirar. Evadirte de la vorágine de la ciudad, el ruido de la sociedad que no te deja escuchar, quitarte el reloj y alzar la vista para verte bajo ese manto mágico de estrellas, esas estrellas que ni sabías que existían, y que sólo puedes ver desde aquí. No hay luz, no hay tiempo que corra. Puedes ver más allá.
Merece la pena pasar una noche aquí de vez en cuando para saber dónde estás realmente. Pasar una noche en la soledad de la montaña, ya sea en refugio, tienda o vivaqueando. Respirar y observar. El calor de la amistad para compartir estos momentos te confirma que esto es real. Compañeros de mochila, conversaciones y vida. Esta amistad y la naturaleza en estado puro es lo único que te rodea esta noche. Los problemas se olvidan, las alegrías se multiplican. Valoras lo que tienes, valoras lo que eres, y simplemente sonríes, porque, como el cielo, es infinito lo que sientes.
El silencio de la montaña te vale para escuchar lo que un día normal no eres capaz de oir. La reflexión te sirve para sentirte imprescindible en este universo vivo. Tan pequeño pero tan grande. En el horizonte montañoso consigues ver las primeras luces del alba. Un día nuevo comienza. Es entonces cuando te preguntas como es que esto ocurra todos los días y ni siquiera te lo planteas cada mañana. La belleza de los primeros rayos, la fuerza y las ganas de ese disco naranja por ascender. Un día nuevo comienza y estás aquí ante esa increíble variedad cromática del cielo. Rodeado de robles y hayas y con una perspectiva mayor que ayer. Las vistas son más amplias, las ganas, renovadas, infinitas.
Silencio y soledad, naturaleza, frescor e inmensidad del cielo y la montaña. La altitud te da esa perspectiva preferente y el esfuerzo para llegar allí, la satisfacción de que todo se puede conseguir. Noche para reflexionar y amanecer para seguir luchando. Belleza y ganas de seguir adelante. Sientes que formas parte de esto. Y es que realmente eres parte de este universo, este increíble universo vivo, más vivo que nunca.
muy bueno peibol!! tan bohemio como siempre, jeje. muxa suerte para tu nueva aventura! disfrutala al maximo...un abrazo! devu.
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