Una compañera me comentaba que desde la ventana de su casa veía claramente una franja de contaminación marronácea sobre Madrid. La calidad de aire las ciudades españolas es nefasta y los índices de contaminación* del aire que respiramos son superiores a los permitidos para garantizar la salud de los ciudadanos, pues sólo en mayo de 2011, el CO2 emitido aumentó un 30%. Pues bien, esa franja marrón que sobrevuela invisible nuestras cabezas está compuesta en su mayoría por las emisiones de los coches, de las fábricas, de las granjas de vacas, de las neveras y sprays-aerosoles varios.
Cinta métrica para medir el CO2 absorbido por un árbol de Nitipak Samsen. Foto: Dotmancando.info |
Es sabido que una mala calidad de aire equivale a una mala salud. Y nuestro aire está compuesto por un cóctel de gases tóxicos que superan el valor límite permitido para la salud, según la Unión Europea, como*:
> dióxido de nitrógeno
> óxidos de nitrógeno
> benceno
> monóxido de carbono
> plomo
> ozono
> arsénico
> cadmio
> níquel
> benzopireno
> partículas PM10
> partículas PM2,5
En bici se respira mejor
La Comunidad de Madrid en su empeño de frenar cualquier iniciativa de incorporar la bicicleta al parque móvil, olvida que los índices del dióxido de nitrógeno en la capital supera los valores límite permitidos por ley, la europea.
Barcelona peca del mismo exceso y aunque circular en bicicletas por la ciudad Condal es una realidad, el número de ciclistas resulta insuficiente para frenar la contaminación de los vehículos a motor y gasolina. Ciudades como Portland o Vancouver disfrutan de un aire da calidad gracias a la acción de los árboles, el uso de energías renovables y el uso diario de la bicicleta como medio de transporte.
Foto: Campaña de visibilización de la contaminación de los vehículos de WWF China |
Háztelo tu mismo
Los árboles son nuestro pulmones vegetales, lo sabemos y por eso han surgido iniciativas para replantar zonas quemadas, deghradadas por canteras o arrasadas por una carretera. Los investigadores Gregorio Montero y Ricardo Ruiz-Peinado, del departamento de Sistemas y Recursos Forestales del CIFOR-INIA, han concluido que los árboles jóvenes tienen una gran capacidad de absorción de CO2 de la atmósfera.
El artista Nitipak Samsen, pensando en las niñas y niños, ha diseñado una cinta métrica para medir el CO2 que puede absorber un árbol según el diámetro de su tronco. Puedes confeccionarte una a tu medida, según si prefieres medir el CO2 emitido por conducir vehículos de gasolina, viajar en avión, respirar... Una vez elegidos estos parámetros puedes descargar tu cinta en formato pdf e imprimirla o copiarla a mano. El artista remarca que la cinta mide la cantidad de actividad más que los gramos de CO2 emitidos.
*datos obtenidos del informe 'Situación de la calidad del aire en España 2010' del Ministerios de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
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