Por Mónica Cuende
Foto: Huerto de Barajas |
Los bichos nos dan pánico y a los que se comen 'nuestros' alimentos los odiamos, literalmente, a muerte, pues una plaga de insectos es motivos para que algunos agricultores rocíen los alimentos con pesticidas.
La estupidez human hace que prefiramos comer una fruta o un vegetal rociado con química letal a comerlos con picadas de insectos.
Sí, perder una cosecha es grave, pero aniquilar a toda la biodiversidad de un campo de cultivo a causa de una plaga son palabras mayores pues acabamos no sólo con las plagas, sino también con insectos beneficiosos como los polinizadores que garantizan la floración de los futuros frutos.
Quienes practican la agricultura natural y la permacultura parten de la premisa de que no existen bichos malos o buenos, sino más o menos beneficios, pero todos útiles para garantizar la vida de cualquier ecosistema. Existen maneras naturales, saludables y sostenibles de acabar con una plaga bien sea manualmente, recurriendo a infusiones naturales o creando un ecosistema donde residan otros insectos que gustosamente se comerán a las plagas.
El huerto del colegio de Barajas de Madrid ha
preparado una 'residencia' de insectos auxiliares para que éstos la okupen
temporalmente o establezcan su hogar fijo; un lugar donde todo bicho
viviente es bienvenido y ninguno será 'gaseado' con pesticidas. La construcción de esta residencia es sencilla, los materiales fáciles de
conseguir y, en compañía, divertido de construir.
Materiales usados para la residencia
> Estructura
3 pales, el de arriba cerrado para dar sombra (se pueden levantar tantos pisos como creamos). Los más manitas pueden construir estructuras de madera y otras virguerías.
> Interior
paja
papel de diario
ladrillos
gravilla
piedras con agujeros
ramas de distintos tamaños
troncos agrietados, con agujeros
macetas de barro
> Decoración
tejas
4 ramas lindas a modo de arbolitos
tiza o madera con pintura para cartel
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