Manifestaciones 2.0

Por Guiomar Duarte (@WISESAP)

El pasado 6 de marzo hubo una manifestación online. El motivo era que al día siguiente el parlamento de Brasil se reunía para votar a favor o en contra de una propuesta para relajar la ley forestal de la selva del Amazonas.

 Fotografía:  © Zig Koch / WWF-Brazil

Los mayores interesados en este cambio de ley son las empresas del sector de la agricultura, que son las que están ejerciendo presión para que el parlamento vote a favor, a pesar de que el 80% de la población se opone a ello. Por no hablar de que este cambio de ley podría afectar hasta  76 millones de hectáreas de selva, un área del mayor tamaño que Chile.

La destrucción de este territorio podría liberar 28 billones de toneladas de CO2. Por ello, el  objetivo de esta manifestación era el de instar encarecidamente, a nivel mundial, a la presidenta de Brasil Dilma Rousseff a que ejerciera su derecho de veto y la votación se posponga un año. Tiempo necesario para realizar estudios científicos sobre el impacto que este cambio en la ley podría tener para el Amazonas.

 Por ello, ONGS de alrededor del mundo se unieron para instar a la gente a twittear y lograr que el máximo numero de gente posible hable del tema utilizando el hashtag #SOS Brazil. En Reino Unido no consiguió ser trendtopic, pero por ejemplo en Alemania sí. Y lo que también se consiguió es que el voto se aplazara al martes 13 de marzo. Una batalla ganada en una guerra de desgaste...

 Pero el 22 de Junio, tendrá lugar  en Brasil la Conferencia de las Naciones Unidas sobre desarrollo sostenible, RIO+20 . Por lo que seguramente si se consigue ahora aplazar la votación sobre el Amazonas se conseguiría que se aplace hasta un año la siguiente votación.   Esto daría tiempo a estudios científicos sobre el impacto medioambiental del cambio de ley. 

Esto, es sólo un ejemplo de cómo las  ONGs se valen de las redes sociales para hacer oír sus llamadas de atención. Solos no podemos cambiar nada, pero unidos sí, que no se nos olvide que aquellos que gobiernan no se deben únicamente a las empresas, sino también a nosotros, y que nuestra opinión puede hacer que las cosas cambien.