viernes, 28 de septiembre de 2012

¿Me sobra? ¿Te falta? ¡Te lo cambio!

Por Cristina Fernández de Mar de Tierras (@Mar_de_tierras)

Foto de Cristina Fernández
En un post anterior, publicado hace ya un par de años, os hablábamos del Banco del Tiempo como comunidad de intercambio, en la cual la moneda pasa de ser algo material a convertirse en un puñado de horas, minutos y segundos, donde no existen hombres grises que vengan a robárnoslos: al contrario, al practicarlo, muchos de nosotros nos sentimos mucho más ricos. A día de hoy estamos orgullosos de afirmar que la iniciativa se ha ido expandiendo por España y ha crecido el número de colectivos que apoyan y se sirven de esta magnífica idea.

Siguiendo en la misma línea referida al "dar y recibir", hoy queremos darle protagonismo al trueque como moneda de intercambio de bienes.

El trueque existe prácticamente desde que el hombre dejó de pertenecer a sociedades nómadas. La autosuficiencia era obligada hasta se empezaron a aprovechar las distintas capacidades de unos y otros para intercambiar aquello que uno poseía en exceso y otro lo echaba en falta: "¿Me sobra? ¿Te falta? ¡Te lo cambio!".

Con el tiempo las pequeñas comunidades entraron en contacto con otras, creándose corrientes comerciales. Más tarde aparecieron nuevas formas de poder, nuevas infraestructuras, nuevas necesidades, todo lo cual aumentó la competencia entre poblados, obligó a efectuar construcciones con grandes costes y a la compra de armas para protegerse de invasiones. Resultó necesario un sistema más rápido de intercambio, y así llegó el siguiente paso: la creación de la "moneda". Antes de ser una pieza de metal como la actual se cuantificaba con sacos de sal (útil para la conservación de alimentos), o en otras formas: especias, cobre…

Con la moneda no desapareció el trueque… Ambos métodos convivían, y aún siguen haciéndolo, aunque el sistema económico que se ha ido desarrollando ha obligado a reducir su uso a menor escala.

Pero el trueque todavía existe en todos los rincones del mundo y, una vez lo conozcas… (si todavía no lo utilizas), ¡querrás repetir!

A todos nos sobran cosas, y otras tantas nos harían falta. ¿Para qué comprar algo nuevo si podemos recuperar lo dejó de tener utilidad para alguien, pero puede ser un tesoro para nosotros? ¿Por qué tirarlo si todavía está en buenas condiciones para que otro lo pueda aprovechar, usar de nuevo o reutilizar?

En Madrid existen varios colectivos que organizan jornadas de trueque o ceden sus locales como lugares de intercambio, denominándolos "tiendas gratis" o "tiendas libres". Lugares donde vas, dejas… o coges… o dejas y coges… con sólo una condición: que lo que te lleves lo vayas a usar. En tu localidad seguro que también existen, y si no, siempre puedes lanzar la iniciativa y ser tú quien organice una jornada de trueque.

Anímate a participar en esta alternativa al consumo, ayudarás a generar una economía más solidaria, humana, donde prevalezcan valores como el bien común, la solidaridad, las relaciones personales y la reciprocidad, y donde la mejor "moneda" es la conversación y la comunicación.

3 comentarios:

  1. Hace tiempo que vengo pensando en algo muy parecido... y por supuesto de ser yo quien lanze la iniciativa pero necesito mas ayuda please!!
    Gracias!!

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  2. Anónimo, hay diferentes iniciativas en muchas ciudades. Bancos de tiempo, tiendas gratis, etc etc. Investiga sobre tu ciudad y si no encuentras nada habla con las personas de tu entorno sobre sus necesidades y cread una iniciativa que se os adecue.

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