Foto: Ohiana Barato |
Llevaba tiempo buscando de nuevo el post que tanto me había gustado y por fin he dado con él. Os traigo un pequeño resumen para que si, como a mí, os preocupa el planeta, los tengáis en cuenta la próxima vez que hagáis vuestras compras, preparéis comida o tiréis la basura.
1. Reflexionar
Ser conscientes de que toda acción humana afecta de forma directa o
indirecta nuestro ecosiste.. La información y la eduación son claves para no solo para tener más y mejor, como solemos pensar, sino para consumir con mayor consciencia: elegir
bienes y servicios comprometidos con el medio ambiente, caminar, usar la
bicicleta o el transporte público, apoyar el
uso de las energías renovables. etc. Especialmente importante es consumir alimentos de temporada.
2. Rechazar
No incluir en la cesta de la compra productos tóxicos, no biodegradables o no reciclables. Para ello, podemos consultar las etiquetas, consultar su impacto ambiental y, en lugar de elegir los que son nocivos con el medio ambiente, seleccionar sustitutos, por ejemplo productos con sello FSC, que garantizan la utilización sostenible de los bosques, o MSC, de los recursos pesqueros.
3. Reducir
Consumir con inteligencia, por un lado, comprando solo lo necesario, por otro, evitando productos con un empaquetado excesivo (para generar menos basura). A su vez, se debe reducir el consumo de agua y energía. La semana pasada os hablé de como reducir el gasto de energía en verano, además cada día más la tecnología se pone al servicio de la reducción de energía.
4. Reutilizar
La cultura del usar y tirar debería ya estar desterrada. El siglo XXI es el siglo de la reutilización y podemos compenzar a practicarla desde la misma casa: llevando bolsas de tela al hacer la compra para no tener que adquirir más bolsas de plástico, usando baterías recargables, intercambiando esos libros que ya no leemos, esa ropa que se nos ha quedado pequeña, donar los juguetes usados, etc. con amigos o familiares, etc. Hay tantas maneras de prolongar la vida de nuestros objetos y generar menos basura que no ponerlas en práctica sería de locos.
5. Reciclar
Cuando reciclamos evitamos que una buena parte de nuestra basura acabe en vertederos. Los beneficios medioambientales del reciclaje son múltiples y en el blog de Universo Vivo hemos hablado en múltiples ocasiones sobre el reciclaje y cómo practicarlo de manera correcta. Os invito a leer alguno de estos posts: Upcycling o cómo borrar el término basura, Para no dudar al separar.
6. Redistribuir
Consiste en distribuir de una manera más equilibrada la riqueza para evitar que la pobreza no solo afecte a los habitantes de los países más empobrecidos sino también al medio ambiente. ¿Cómo podemos hacerlo desde la cesta de la compra? Adquiriendo productos con una menor huella ecológica o basados en principios de comercio justo.
7. Reclamar
El cambio empieza por uno mismo, pero no se queda solo en las acciones cotidianas. Como ciudadanos tenemos derecho y debemos reclarmar líneas de acción a autoridades, instituciones o empresas, tales como: más medidas para conservar y recuperar el medio ambiente, más infraestructuras para poder reciclar, un mayor apoyo a los productos ecológicos y a las energías renovables, más productos reciclados y reciclables, más información medioambiental, etc.
No somos conscientes del poder que tenemos para mejorar el mundo. Si todos nos pusiéramos manos a la obra, aportando nuestro granito de arena para que el mundo fuera un poco más sostenible, con un poco de voluntad y siendo conscientes de nuestras acciones, lograríamos rápidamente un cambio.
2. Rechazar
No incluir en la cesta de la compra productos tóxicos, no biodegradables o no reciclables. Para ello, podemos consultar las etiquetas, consultar su impacto ambiental y, en lugar de elegir los que son nocivos con el medio ambiente, seleccionar sustitutos, por ejemplo productos con sello FSC, que garantizan la utilización sostenible de los bosques, o MSC, de los recursos pesqueros.
3. Reducir
Consumir con inteligencia, por un lado, comprando solo lo necesario, por otro, evitando productos con un empaquetado excesivo (para generar menos basura). A su vez, se debe reducir el consumo de agua y energía. La semana pasada os hablé de como reducir el gasto de energía en verano, además cada día más la tecnología se pone al servicio de la reducción de energía.
4. Reutilizar
La cultura del usar y tirar debería ya estar desterrada. El siglo XXI es el siglo de la reutilización y podemos compenzar a practicarla desde la misma casa: llevando bolsas de tela al hacer la compra para no tener que adquirir más bolsas de plástico, usando baterías recargables, intercambiando esos libros que ya no leemos, esa ropa que se nos ha quedado pequeña, donar los juguetes usados, etc. con amigos o familiares, etc. Hay tantas maneras de prolongar la vida de nuestros objetos y generar menos basura que no ponerlas en práctica sería de locos.
5. Reciclar
Cuando reciclamos evitamos que una buena parte de nuestra basura acabe en vertederos. Los beneficios medioambientales del reciclaje son múltiples y en el blog de Universo Vivo hemos hablado en múltiples ocasiones sobre el reciclaje y cómo practicarlo de manera correcta. Os invito a leer alguno de estos posts: Upcycling o cómo borrar el término basura, Para no dudar al separar.
6. Redistribuir
Consiste en distribuir de una manera más equilibrada la riqueza para evitar que la pobreza no solo afecte a los habitantes de los países más empobrecidos sino también al medio ambiente. ¿Cómo podemos hacerlo desde la cesta de la compra? Adquiriendo productos con una menor huella ecológica o basados en principios de comercio justo.
7. Reclamar
El cambio empieza por uno mismo, pero no se queda solo en las acciones cotidianas. Como ciudadanos tenemos derecho y debemos reclarmar líneas de acción a autoridades, instituciones o empresas, tales como: más medidas para conservar y recuperar el medio ambiente, más infraestructuras para poder reciclar, un mayor apoyo a los productos ecológicos y a las energías renovables, más productos reciclados y reciclables, más información medioambiental, etc.
No somos conscientes del poder que tenemos para mejorar el mundo. Si todos nos pusiéramos manos a la obra, aportando nuestro granito de arena para que el mundo fuera un poco más sostenible, con un poco de voluntad y siendo conscientes de nuestras acciones, lograríamos rápidamente un cambio.
Fuente de las siete erres: Consumer.es
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