¿Qué hay de cierto en las afirmaciones que dicen que las placas fotovoltaicas contaminan más de la energía que producen?
Y es que se habla de que la energía que se consume para su fabricación es mayor que la generan a lo largo de su vida útil.
Pues bien, ya sabemos que esto NO es así.
Esas afirmaciones vienen de las primeras placas fotovoltaicas (en los años 50) que necesitaban casi 60 años para ser amortizadas. A día de hoy en Europa tardan entre un año y medio y 5 años en amortizar la energía utilizada en su fabricación. En España tenemos una posición privilegiada y la irradiación solar es mayor por lo que dos años suele ser suficiente.
El otro problema es la contaminación que causan los residuos aunque estos no se consideran residuos peligrosos y debido a que es una tecnología incipiente aún no se han generado excesivos deshechos.
Estos residuos pueden ser reutilizados para la creación de nuevas placas dando lugar a un ciclo cerrado. Además esta reutilización reduce el consumo energético de las nuevas placas fotovoltaicas.
Por lo tanto está comprobado que la energía solar es realmente sostenible, ya que en tan sólo dos años son capaces de producir la energía necesaria para su producción y aún tienen una vida útil de unos 30 años por delante.
A medida que avanza la tecnología se está viendo reducido su coste, que no ha dejado de descender desde que sus inicios, mientras que los combustible fósiles se encarecen.
Son muchas las ventajas que la energía solar nos proporciona, la principal, que nace de una fuente inagotable: el sol
Fuentes:Eco-Lab (El País)
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