miércoles, 11 de agosto de 2010

Turismo sostenible: Slow Travel, una forma distinta de viajar

En contraposición a los viajes exprés o tours guiados de una semana en los que visitas cinco lugares distintos, surge una nueva forma de disfrutar del viaje: el “slow travel”.

Este concepto está asociado con el movimiento slow, que es toda una filosofía de vida. Este movimiento comenzó en Italia asociado en un principio al terreno alimenticio, “slow food”, en oposición a la entrada del fast food en la figura de la marca Mc Donald’s. Fue el crítico gastronómico Carlo Petrini quien empezó a rebelarse contra la incipiente americanización que sufría Europa en este sentido, pero a partir de ese momento, se empezó a colocar el adjetivo slow a otros aspectos de la vida como el trabajo, el sexo, la salud o el ocio.


No hay que asociar la lentitud con la vagancia o la pereza. El movimiento Slow, no considera que todo en la vida deba hacerse de una manera lenta. Son conscientes del mundo en que vivimos, de la necesidad de tener en cuenta el reloj en muchas tareas y momentos de nuestra vida, y de que sólo algunos aspectos deben ser ralentizados con objeto de disfrutarlos más.

Los viajes son uno de ellos; suficientes prisas y estrés tenemos que soportar a diario, como para proyectar este trepidante ritmo sobre ellos. Tenemos la errónea idea de que en vacaciones, la mejor manera de aprovechar el tiempo es ver cuantos más sitios posibles, mejor. La consecuencia de esto es que finalmente, no acabamos de conocer ni disfrutar de ninguno de estos lugares. El “slow travel” os propone quitaros el reloj de la muñeca, que disfrutéis de cada rincón y cada detalle, que no visitéis solo lo más turístico de un lugar sino que viváis en él.

Los iniciadores de esta forma de viajar lento, si bien el movimiento slow surgió en Italia como hemos dicho anteriormente, fueron dos canadienses de Vancouver, Pauline Kenny y Steve Cohen, un matrimonio que decidió dedicarse a viajar tranquilamente, sin prisas, por Europa y Estados Unidos a lo largo de tres años. Después de esta aventura, decidieron crear su página web www.slowtrav.com, con la finalidad de animar a la gente con sus experiencias, a viajar de esta forma.


El decálogo de los slow travellers contempla:
1. Elegir una zona limitada, que no sea muy grande, de una región.
2. Permanecer por lo menos una semana en el destino elegido.
3. Escoger alojamientos pequeños, refugios, hoteles de pocas habitaciones, casas particulares o casas rurales, posadas, hostales.
4. Frecuentar los mismos lugares para conocer y tener contacto con la gente del lugar, comprar en las mismas tiendas donde va la gente del sitio (panadería, ultramarinos, bares, restaurantes).
5. Evitar tener que desplazarse en coche en la medida de lo posible. A pie se tiene un mayor contacto con la gente y el lugar.
6. Llevar menos guías turísticas y más libros del destino para entregarse al placer de la lectura.
7. Dejar la cámara fotográfica en casa y contemplar o dibujar los sitios en un cuaderno de viaje.
8. Hacer picnic y evitar comer cada día en un restaurante.
9. Pasear, montar en bici, aprender el idioma o apuntarse a clases de cocina, de pintura, de escultura o de baile.
10. Dejarse llevar por el pensamiento de no hacer nada para desconectar por completo de la rutina diaria.

Suelen viajar por cuenta propia, informándose sobre el lugar a visitar en páginas web como la de www.slowtrav.com, consultando testimonios de usuarios que comparten su vivencia, y de esta forma, pueden hacer un viaje a su medida. Al alojarse en una misma casa o apartamento todas las vacaciones y cocinar de forma casera, no resultan viajes demasiado caros y permiten hacer más escapadas a lo largo del año.

Las agencias de viajes en España todavía no se han adentrado en este tipo de turismo; lo más parecido que ofertan son los alojamientos de turismo rural, pero deben empezar a estudiarlo ya que cada vez hay más gente que demanda un turismo sosegado y lento. 

Mónica Álvarez es una de las Reporteras Universales de Universo Vivo. Nació hace unos años en Zaragoza un caluroso verano, así que quizá por eso es una enamorada de la montaña. A través del diario Medioambientalista, del que es directora, y de su trabajo como docente en el campo de las energías renovables, intenta remover las mentes de los que le rodean y concienciar de la necesidad de un cambio para dejar un buen mundo a nuestros hijos. Siempre que puede, se dedica a cuidar su huerto, salir a pasear por el monte con sus perros y a viajar.

2 comentarios:

  1. Interesante este artículo, pero sí que existen agencias españolas que ofrecen turismo sostenible tanto en continentes lejanos como en Europa y España mismo, por ejemplo: www.agrotravel.es

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  2. Sí, por suerte cada vez son más las iniciativas hacia una forma de Turismo Sostenible.
    Este artículo en concreto habla del Turismo Slow, bastante menos conocido ¿alguien conoce iniciativas así?

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