Hacer cima

Por Pablo Martín Sarobe

Picos de Europa, Peña Vieja desde el Pico Jano (Liébana, Cantabria). Foto: Pablo Martín Sarobe

La cima de esa montaña que se ve a lo lejos parece infranqueable desde abajo. Pero ese hoy es el objetivo.  Botas bien calzadas y ganas de comenzar y seguir adelante. Parece mentira que esa pequeña senda lleve a esos grandes lugares. El comienzo es suave y agradable, atravesando bellos parajes y lugares de ensueño, pero la incertidumbre y la emoción planean en la conciencia al pensar en todo lo que resta aún por delante. 


Disfrutando como siempre, poco a poco, se va ascendiendo. Va desapareciendo el arbolado y las praderías de montaña hacen su aparición. Unas con bonitas flores de montaña, y otras no tan cómodas, con piedras y rocas que hacen más difícil el paso. Pese a todo se continúa adelante. 

El pueblecito desde donde se ha comenzado la caminata se ve ahora pequeñito abajo al fondo del valle. El objetivo está ahí arriba y es arriba hacia donde miran los ojos. Tan sólo quedan las últimas rampas aumentando la dificultad a medida que se incrementa el cansancio. La voluntad, las ganas y el reto personal que supone el conseguir el objetivo hacen tirar para arriba. Llega lo más duro y el pequeño sufrimiento alcanza su recompensa: ¡CIMA!

Realmente ha valido la pena. 360º de vistas increíbles, aire puro y sobretodo la gran satisfacción personal de haberlo conseguido. Existen montañas más altas, pero hoy esta es la más importante de todas. Desde aquí todo es para abajo, y una vez abajo solo se piensa en la siguiente soñando con alcanzarla.

No es una montaña lo que hemos subido hoy, sino la vida que nos plantea objetivos y cimas. Cada vez que subes una, aprendes más para la siguiente. Quizá quieras alcanzar cotas más altas o prefieras otras con menos altitud y mejores vistas. Puede incluso que te veas obligado incluso a subir paredes verticales.  Pero lo que es cierto es que por muy duro que se ponga, e increíble que parezca, siempre existe esa vía que te hace ganar metros poco a poco para llegar arriba. Pues se puede llegar, y se llega. ¡Se hace cima!