El modelo de consumo actual es, a todas vistas, insostenible. Si confrontamos el creciente consumismo frente a los recursos limitados del planeta…no salen las cuentas. El consumo responsable consiste en ajustar el consumo a nuestras necesidades reales y así optar por la conservación del medio ambiente y la igualdad social.
Abrimos este espacio para daros algunas ideas de cómo reducir el impacto de nuestro consumo empezando por nuestra propia casa. Si en febrero hablamos de cómo limpiar de forma ecológica nuestro hogar hoy veremos cómo reciclar.
Como bien sabemos para reciclar hay que empezar por separar los distintos tipos de residuos. La principal división que se realiza en los hogares es envases, plásticos, tetrabricks, latas; materia orgánica, biodegradable; papel y cartón y vidrio. Aún son muchos los Ayuntamientos que no nos proporcionan las infraestructuras necesarias para reciclar, frente a esto: ponte en contacto con tu Ayuntamiento y pídele que se ponga en macha.
Hasta aquí, la mayoría de nosotros lo tenemos aprendido pero, ¿qué ocurre con aquellos residuos que también producimos en el hogar que deben recibir un trato especial bien por su toxicidad o peligrosidad, bien por su volumen?. Pues desafortunadamente estos residuos especiales como por ejemplo aceites vegetales de cocina, pilas, baterías, tóners, cartuchos, luminarias, medicamentos, etc., acaban muchas veces junto con otros residuos en el vertedero en lugar de acabar en un punto limpio o ecoparque que es dónde deberían ser entregados para recibir un correcto tratamiento y reciclado.
El aceite usado nunca debe tirarse por la pileta, ¡un litro de aceite contamina 1000 litros de agua! ¿Qué debemos hacer?, opción fácil: guardarlo en una botella cerrada y tirarlo en un punto limpio, opción divertida: hacer jabón casero.
Los medicamentos, son cocteles químicos dañinos para el Medio Ambiente. Los medicamentos caducados o en mal estado los podemos llevar a las farmacias dónde serán recogidos y procesados.
Los muebles, los Ayuntamientos suelen tener un servicio de recogida de muebles, también lo hacen algunas asociaciones sin ánimo de lucro como Los Traperos de Emaús.
En cuanto a los residuos electrónicos (ordenadores, móviles, electrodomésticos,...) resaltar que cada día es mayor la cantidad y variedad de los mismos pero, sin embargo, su tasa de reciclaje no aumenta de la misma manera y es aún baja e insuficiente. Debemos interiorizar que este tipo de residuos también deben ser gestionados de manera adecuada para evitar poner en peligro la salud del medio ambiente y, por tanto, de las personas.
El reciclaje de pilas y bombillas, quizás porque existen mayor número de puntos de entrega, parece que cada vez se tiene más en cuenta.
Tenemos que pensar que estos productos son muy tóxicos ya que están formados por diferentes metales y minerales pero a la vez son “fácilmente” reciclables ya que al desmontarse, sus piezas y materiales son reutilizables. Especialmente grave es el caso del Coltán (usado principalmente en teléfonos móviles), el 80% de este mineral extraído viene de África, en la República Democrática de Congo, donde el conflicto armado por su obtención alcanza trágicas dimensiones. Sólo el 3% de las personas sus móviles y en España tenemos entre 25 y 30 millones de ellos guardados, averiados o en desuso. Para ayudarnos a deshacernos de ellos intentando dañar el entorno lo menos posible contamos con campañas para reciclarlos.
Hasta aquí los consejos prácticos de hoy en Universo Vivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario