Contamos ahora con unos días de fiesta, que muchos ya disfrutan, y es que desde el domingo pasado es Semana Santa, fecha en que los cristianos celebran la muerte y resurrección de Jesús, que coincide con la Pascua judía, conmemora su escape del cautiverio de manos de los egipcios y que coincide también, con la llegada de la primavera.
Muchas de las fiestas religiosas tienen origen pagano, en este caso la celebración se remonta miles de años atrás ya que en la primera época agrícola, cuando se guiaban por la astrología, ya se festejaba la fertilidad de la cosecha por estas fechas. Las ancestrales religiones politeístas celebraban la fiesta de la Diosa Eastre (curiosamente Easter es Pascua en inglés), Diosa de la Primavera y la Luz, lo hacían para homenajear el final de frío y la vuelta de la vida después del crudo invierno, el renacer de la naturaleza.
La simbología que asociamos a la Pascua son los huevos y los conejitos, y éstos no dejan de ser naturaleza, los conejos representan la fertilidad y los huevos representan la vida, una vez más el renacer de la vida. Y es que, por suerte, los ciclos de la Tierra siguen marcando hoy en día parte nuestra cultura.
Paganas o cristianas, disfruten de sus vacaciones bajo el sol.
Yo la verdad es que celebro poder pasear bajo el solecito de nuevo...¡y las flores!
ResponderEliminarCelebramos el re-nacer de la vida, celebramos estar vivos y completar un ciclo... en el cual manifestaremos a través de la acción, los cambios que asimilamos en invierno... Celebramos la fuerza del Sol en nuestros corazones...
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