Comienza septiembre, el mes de la vuelta al cole y la reincorporación al trabajo después de las felices vacaciones.
Volver al desenfrenado ritmo de trabajo después de unos días de relax le cambia el humor a cualquiera pero hoy no queremos ceñirnos a hablar de la depresión post-vacacional, más bien al lugar que ocupa el trabajo en nuestras vidas.
Como dice el dicho popular debemos trabajar para vivir y no vivir para trabajar, el trabajo absorbe gran parte de nuestro tiempo, tanto que el resto de nuestra vida depende de ello. El tiempo que pasamos con nuestros seres queridos, familia, amigos y demás, se ve limitado al tiempo que nos queda después de trabajar, esto nos lleva a reflexionar ¿qué es lo realmente importante en nuestras vidas?
Pasar muchas horas en el trabajo no quiere decir que nuestra productividad sea mayor, todo lo contrario, rendimos menos si estamos cansados e insatisfechos. Con las nuevas tecnologías no es difícil cambiar los hábitos laborales hacia una mayor flexibilidad que haga nos sintamos más a gusto y así el ambiente de trabajo será mejor para todos. Imagina poder quedarte trabajando desde casa porque tu hijo está enfermo o dejar acabado el trabajo por la noche para la mañana siguiente poder ir a recoger a un amigo al aeropuerto, la flexibilidad es una motivación para trabajar.
Aquí van algunos consejos que nos pueden ayudar:
Lo primero es reflexionar sobre la forma de encarar el trabajo ¿cuáles son nuestras prioridades?
Intentar hacer que nuestro trabajo sea ameno, la rutina nos lleva a la desmotivación
No llevarnos a lo personal los problemas laborales, al fin y al cabo es sólo trabajo
Dedicar más tiempo a actividades creativas y placenteras
Hacer ejercicio nos ayudará a relajarnos y dormir mejor, el descanso es fundamental
No llenar la agenda hasta arriba, eso hará que vayamos corriendo a todas partes, mejor planificarnos dejando tiempo libre para poder hacer lo que nos plazca
Dedicar tiempo a nosotros mismos, por poco que sea, si cada día somos capaces de parar 5 minutos para respirar nuestra salud mejorará
Y si podemos elegir, trabajar menos y disponer de mayor tiempo para nosotros puede ser una gran opción
Una vez más esto nos lleva a la cultura slow: vivir despacio para vivir mejor.
Y vosotros ¿qué nos aconsejáis?
jueves, 2 de septiembre de 2010
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