La humanidad se encuentra hoy en una encrucijada: de continuar el ritmo actual de degradación del medio y la explotación indiscriminada de recursos naturales, quizá se llegue a una situación de colapso en poco tiempo. Por otro lado, el actual sistema económico en el que prima el beneficio económico frente a otros valores como la conservación, la solidaridad, la paz impide que políticos, intelectuales, cientificos y empresarios, lleguen a acuerdos para lograr un equilibrio entre crecimiento y medio ambiente. Se trata del eterno conflicto entre el hombre y naturaleza, entre el progreso de la civilización moderna e industrial y la conservación del espacio natural.
Entre tanto los ciudadanos son aturdidos con mensajes que pretenden confundir y minimizar el efecto de una industrialización incontrolada. Desde algunos sectores macroeconómicos se pretende hacer creer que es imposible el progreso sin cierto grado de destrucción del medio. La respuesta de Hayao Miyazaki, director de la primera película que os recomendamos, es que no sólo es posible sino necesario.
LA PRINCESA MONONOKE. MONONOKE HIME. 1997. HAYAO MIYAZAKI.
La Princesa Mononoke es una película de animación imprescindible que nos hace reflexionar sobre estas cuestiones. Narra una fábula mitológica sobre la eterna lucha entre progreso y naturaleza.
La Dama Eboshi, líder de la ciudad de Tatara Ba, recupera la dignidad de los parias. Ofrece a su pueblo de leprosos, prostitutas y esclavos, un trabajo decente, una vida honorable. Por desgracia, su labor "humanitaria" lleva a una progresiva desaparición del bosque y de sus habitantes, aniquilados por el empuje de un progreso insostenible y supuestamente inevitable. Esto enfrenta a los hombres con los dioses del bosque y desencadenando una guerra que amenaza con destruir el equilibrio natural del bosque. Ashitaka, el protagonista, se halla, como el espectador, en mitad de este enfrentamiento y deberá decidir a quién apoya en esta lucha.
El protagonista es un prestigioso abogado especialista en accidentes que decide arriesgar su carera para defender a unas familias victimas de una gran empresa contaminadora del medioambiente.
El mayor interés de esta película es que muestra el lado oscuro del sistema judicial, en este caso, el americano. Donde el éxito de una demanda depende en gran medida de la capacidad económica de los litigantes. Expone también los complicados tejemanejes legales tras los que se esconden las empresas contaminantes para eludir sus responsabilidades. Es en definitiva, un relato del difícil y costosos camino de muchas familias que se enfrenta a colosos empresariales buscando verdad y justicia.
Un investigador estudia con pasión a los gorilas de montaña, hasta el punto de haber convivido con ellos en plena naturaleza y haber sido aceptado como uno de los suyos. Sin motivo aparente, comete una serie de crímenes en las junglas de Ruanda, por lo que es internado en una prisión brutal para enfermos mentales con tendencias criminales, y es sometido a tratamiento por parte de un psiquiatra, que le lleva a poner su vida en el límite a fin de comprender sus acciones. Poco a poco se va desgranando su vida en la selva y las razones de su comportamiento.
La película quiere hacernos reflexionar sobre los valores que guían nuestra civilización actual. El protagonista al entrar en contacto con los gorilas retoma los valores de grupo que aseguraron la supervivencia de la humanidad en su origen. Esto lo contrapone con los valores de la “civilización” a través del trato degradante e ilógico que reciben los convictos de la prisión mental donde está recluido el protagonista.
Emma Sánchez es una de las reporteras universales de Universo Vivo. Durante muchos años trabajó como diseñadora gráfica. Tras estudiar guión y realización, ahora prepara el que será su primer proyecto cinematográfico. Todo ello lo compatibiliza con una gran devoción por el planeta en el que le tocó nacer.
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