Existen dos grandes tipos de cooperativas de consumo ecológico:
El primer grupo busca integrar en un mismo marco a productores y a consumidores. En estos casos se busca un compromiso solidario y estable, en la que los consumidores garantizan la compra total de la producción del campesino anticipadamente, solidarizándose tanto en los beneficios como en las pérdidas. En determinados proyectos, sus miembros trabajan algunos días al año en la finca apoyando a los productores. En el segundo grupo, la relación consumidor y campesino depende del grupo, pero cada uno trabaja por separado.
Aun hay más diferencias. En algunos grupos, la demanda se adapta a las necesidades del consumidor. En otros, los productos que el consumidor recibe periódicamente se adaptan a la producción del agricultor con quien trabaja, pagando y recibiendo siempre la misma cantidad.
Otro elemento que distingue a unas cooperativas de otras, es el grado de profesionalización de los mismos. Algunos cuentan con personas contratadas, y tiendas abiertas al público accesibles tanto a socios como a no socios. En otras, sin embargo, los socios se organizan y asumen ellos mismos las labores de gestión y producción.
Algunos grupos entienden el movimiento como un instrumento de transformación política y social. Se oponen al sistema de producción y distribución capitalista, y abogan por un comercio justo. Mientras que otros se juntan por el simple placer de volver a saborear frutas y verduras, más atraídos por la denominación ecológica que por las condiciones socio laborales que implica la producción de alimentos.
Ventajas de formar parte de una cooperativa de consumo ecológico:
- La relación entre consumidor y productor es más justa, ya que se eliminan los intermediarios, que elevan los precios de los alimentos.
- El sistema consigue mantener formas de vida dignas y sostenibles en el medio rural.
- Los productos pueden llegar a ser sensiblemente más baratos que los que se venden en supermercados con la etiqueta ecológica.
- El consumidor tiene un mayor control, puede conocer a los agricultores y puede visitar los lugares de donde salen los productos que consume.
- Consumir productos cultivados cerca de nuestro lugar de residencia permite, al reducir las largas distancias, eliminar gastos de petróleo y obtener alimentos más frescos.
- Los alimentos son de temporada y han madurado de manera natural. Son más sanos y sabrosos.
- No implica renunciar a una alimentación variada, ya que la naturaleza provee en cada temporada de los alimentos necesarios para nutrirnos adecuadamente.
- Está basado en la agricultura ecológica es decir no se utilizan químicos para la fertilización o el control de plagas, sino que se basa en la fertilización orgánica y fitosatinatios naturales. Es más respetuosa con el medioambiente y la salud de las personas.
Yo estoy en una de ellas. Está en Coruña y se llama Zoca Miñoca (zocaminhoca.org).
ResponderEliminarLa verdad es que estoy contentísima y se lo recomiendo a todo el mundo. Saludos.
¿Nos puedes contar un poco más sobre tu experiencia? Cuantos años llevas, cómo os organizaís, sobre la calidad de los alimentos. Muchas gracias por la información. Besos!!!
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