La patata Amflora, fue el último Organismo Genéticamente Modificado aceptado por la Unión Europea, esto fue hace unos meses ya que hacía 12 años que no se permitía el cultivo de ningún nuevo transgénico. Amflora, creada en los laboratorios alemanes Basf, cuenta con genes que incrementan la producción de almidón y la hacen resistente a los antibióticos. Este almidón será utilizado para la fabricación de bolsas o pegamento y el resto para la alimentación del ganado, claro que la cadena no se cierra aquí porque… ¿quién se como al ganado? Estos genes acabarán en nuestra sangre.
Es imposible evitar la contaminación transgénica sobre el resto de las plantaciones, la polinización hará este trabajo de forma natural y esto puede afectar al medio ambiente poniendo en peligro a la biodiversidad y nuestra propia salud.
¿Qué prima la Comisión? ¿La salud o intereses políticos? La opinión pública es clara en su posición contra los OGM, de hecho el año pasado tan sólo 2 países votaron a favor de la introducción de esta patata en el Consejo Europeo de Ministros, así que es la Comisión la responsable de esta decisión política.
Para vuestra ayuda os dejamos la Guía Roja y Verde de alimentos transgénicos elaborada por Greenpeace donde nos indica qué alimentos contienen entre sus ingredientes contiene algún transgénico o derivado, por ley estos productos deben ser etiquetados sólo cuando su porcentaje supere el 0,9%.
Desde Avaaz están recogiendo firmas, quieren llegar a 1.000.000 de ciudadanos y presentarlas en una solicitud formal a la Comisión Europea pidiendo la prohibición de los cultivos transgénicos. Si quieres firmar la petición hazlo aquí.
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